Las cuatro claves para superar una ruptura amorosa

Última actualización:
2025-10-16

Las cuatro claves para superar una ruptura amorosa

Tabla de contenidos

Un informe reciente en Infobae destaca estas cuatro claves, consolidadas por la psicología, para acompañar el proceso y superar la despedida con resiliencia. Cada una contiene herramientas prácticas y bases científicas que merecen atención.

Aceptar la realidad y soltar la esperanza

El primer paso para superar una ruptura es aceptar que la relación ha terminado. Mantener la esperanza de una reconciliación —sin indicios claros de que pueda ocurrir— prolonga el sufrimiento y dificulta la reconstrucción emocional. Se trata de soltar no solo a la pareja, sino también la versión de uno mismo ligada a esa relación.

Permitir la tristeza, sin caer en culpas excesivas ni idealizaciones, es parte necesaria del duelo. Idealizar la relación pasada —lo que el psicólogo Jay Shetty denomina “rosy retrospection”— puede cegarnos ante la realidad y retroceder el proceso. Romper ese bucle mental requiere un esfuerzo consciente para centrar la mirada en hechos, no en fantasías.

Romper patrones negativos y autoinculpación

Una vez aceptada la realidad, surge un segundo desafío: el bucle de obsesión, donde se repiten pensamientos como “¿por qué pasó?”, “¿fue mi culpa?” o “sin ti no soy nada”. Jay Shetty recomienda interrumpir estas ideas desequilibrantes mediante acciones concretas: bloquear redes sociales, eliminar fotos o dejar de revisar mensajes.

La autoinculpación constante es otro obstáculo. Culparse por todo lo ocurrido no solo es injusto, sino contraproducente. Es fundamental asumir la corresponsabilidad sin cargar con culpas absolutas. Como afirma Shetty: “Puedo asumir responsabilidad sin cargar con toda la culpa”.

Crear un ritual de cierre para marcar un antes y un después

Muchas veces esperamos que el otro dé cierre a la relación, pero la sanación emocional depende de nosotres. Por eso, Shetty propone rituales simbólicos personales: escribir una carta sin enviarla, enterrar un objeto asociado, establecer un momento ceremonial de despedida. Esto permite al sistema nervioso reconocer el fin de un capítulo y comenzar a abrir espacio emocional para lo nuevo.

Este paso es un acto de autocuidado consciente: no es un acto superficial o de “clavo que saca otro clavo”, sino una señal íntima de despedida y un acto de disposición hacia uno mismo.

[post_banner title=”¿Necesitas apoyo? Selia te ayuda” body=”Sana tus heridas con terapia online personalizada. ¡Agenda una consulta!” cta=”Comienza ahora” cta_url=”https://users.selia.co/sign-up/?utm_source=seo&utm_medium=blog&utm_content=maneja-el-estres”]

Reconstruir desde la compasión y la proactividad

Superar una ruptura amorosa no termina con aceptar o soltar. También implica re-significar la propia identidad y dirigir la energía hacia el crecimiento. Jay Shetty señala que el dolor no significa que la relación fue correcta, sino que somos capaces de amar con profundidad.

Este paso incluye:

El proceso del duelo: no todos los caminos son iguales

La duración del duelo amoroso varía considerablemente. Según un estudio, el desenlace emocional total puede tardar entre seis meses y dos años, y en casos más intensos, incluso hasta ocho años. Esto no es motivo de alarma, sino una invitación a cultivar paciencia emocional y evitar compararse.

En SELIA señalamos que no existe un “tiempo correcto”. Lo importante es avanzar a tu ritmo y rodearte de apoyos, no presionarte a “superar rápido”.

Apoyo emocional: red social y profesional

Un aspecto esencial para transitar la ruptura es contar con redes afectivas que brinden acompañamiento sin juzgar. Familiares y amistades pueden ofrecer escucha, distracción, honestidad y consuelo. En algunos casos, es necesario acudir a terapia psicológica, especialmente cuando el dolor es intenso, persistente o afecta la vida diaria.

El contacto cero —evitar a la expareja en redes sociales, espacios compartidos, mensajes— puede ser una herramienta saludable. No se trata de una medida inmadura, sino de autocuidado: permite el desapego emocional para poder reencontrarse.

Transformar el duelo en aprendizaje vital

Para el psicólogo Antoni Bolinches, el conflicto amoroso puede ser una escuela de vida, si sabemos extraer aprendizaje de él. Esto implica reflexionar sobre lo que funcionó, entender nuestros patrones relacionales y construir vínculos más conscientes en el futuro.

Integrar la ruptura como parte de nuestro recorrido personal —y no como un fracaso— facilita el cierre emocional y prepara el terreno para relaciones más equilibradas.

Guía práctica: aplicar las cuatro claves

  1. Aceptar: escribe honestamente sobre qué te duele. Llévate al presente sin idealizar ni culparte.
  2. Interrumpir: identifica pensamientos obsesivos. Apaga el piloto emocional: bloquea redes, elimina objetos.
  3. Ritualizar: haz algo simbólico que represente el cierre (carta, ceremonia íntima).
  4. Reconstruir: planifica actividades diarias basadas en tus intereses. Inscribe una clase, haz ejercicio, reencuéntrate contigo.

Añade un paso extra: si el duelo se prolonga o interfiere en tu bienestar, busca ayuda profesional.

Una nueva narrativa de la ruptura

Superar una ruptura de pareja es más que dejar de amar a alguien: es reencontrarse, reconstruirse y reconocerse digno de amor. El dolor es profundo, pero también es una oportunidad para crecer y abrazar una versión más auténtica de ti mismo.

En SELIA creemos que las rupturas pueden ser momentos transformadores. Las cuatro claves (aceptación, interrupción, ritual y reconstrucción) no son soluciones automáticas, pero sí un mapa seguro para atravesarlas con dignidad, claridad y esperanza.

Victoria sobre el corazón

La ruptura sentimental es una derrota emocional que también puede ser semilla. Al aplicar estas cuatro claves, te permites transitar el duelo con honestidad, reducir el sufrimiento y abrir espacio para lo que vendrá. No se trata de olvidar, sino de integrar, sanar y continuar.

Si tú o alguien que conoces está experimentando una emergencia o una crisis y necesita ayuda inmediata, llama a la línea 192 opción 4 (en Colombia) o dirígete a la sala de emergencia más cercana. Encuentra recursos adicionales para crisis.