
Cómo calmar la ansiedad antes de dormir: estrategias efectivas para recuperar el descanso
¿Alguna vez te has acostado con la esperanza de descansar, pero tu mente no para de dar vueltas? La ansiedad nocturna es un fenómeno que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según especialistas en salud, este estado se intensifica en la noche porque, al cesar la actividad diaria, los pensamientos pendientes, las preocupaciones y los miedos cobran protagonismo.
Dormir no es solo un acto fisiológico, es también un proceso emocional. Por eso, aprender cómo calmar la ansiedad antes de dormir es esencial para proteger el bienestar integral.
Durante la noche, el organismo debería prepararse para entrar en fases de sueño profundo. Sin embargo, cuando la ansiedad aparece, se activa el sistema nervioso simpático: aumenta la frecuencia cardíaca, la respiración se acelera, se incrementan los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y se generan pensamientos recurrentes difíciles de controlar.
Esa activación es incompatible con el descanso. ¿El resultado? Dificultad para conciliar el sueño, despertares constantes o una sensación de cansancio incluso después de dormir varias horas.
¿Te ha ocurrido que, a pesar de estar agotado, tu mente insiste en repasar cada detalle de lo que pasó en el día o de lo que podría pasar mañana? Esa hiperactividad cerebral es uno de los síntomas más frecuentes de la ansiedad nocturna.

A continuación, se presentan diversas estrategias recomendadas por expertos en psicología y bienestar. No se trata de recetas mágicas, sino de prácticas que, integradas en la rutina, pueden transformar las noches en verdaderos espacios de recuperación.
El cuerpo responde a los hábitos. Si estableces una serie de actividades tranquilas antes de irte a la cama, como leer un libro, tomar una ducha tibia o escuchar música suave, el cerebro lo asociará con la señal de que es hora de descansar.
Un recurso sencillo y poderoso es la respiración diafragmática. Consiste en inhalar profundamente por la nariz, expandiendo el abdomen, retener unos segundos y exhalar lentamente por la boca. Esta técnica activa el sistema nervioso parasimpático, que promueve la calma.
El uso de celulares, computadores o televisores retrasa la producción de melatonina, la hormona del sueño. Además, el contenido de redes sociales o correos electrónicos puede intensificar la ansiedad. Reemplazar la pantalla por actividades relajantes es clave.
Cuando los pensamientos no se detienen, escribirlos en un cuaderno puede ayudar a sacarlos de la mente. Al plasmar las preocupaciones en papel, el cerebro interpreta que ya fueron atendidas, lo que facilita la desconexión mental.
La meditación guiada y el mindfulness ayudan a centrar la atención en el momento presente. Con apenas 10 minutos de práctica, la mente aprende a observar los pensamientos sin engancharse con ellos, lo que disminuye la rumiación nocturna.
Evitar el consumo de cafeína, alcohol o comidas copiosas antes de dormir es fundamental. Estos elementos alteran el sistema nervioso y dificultan la conciliación del sueño. En cambio, una cena ligera y equilibrada favorece la relajación.
No se trata solo de pasar una mala noche. La ansiedad antes de dormir puede convertirse en un trastorno crónico que aumenta el riesgo de depresión, problemas de memoria, irritabilidad y dificultad para concentrarse. Además, está relacionada con enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
Dormir bien es tan importante como alimentarse de forma adecuada o realizar actividad física. Por eso, tomar en serio los episodios de ansiedad nocturna es un acto de autocuidado y de prevención en salud mental.
Hay que recordar que cada persona vive la ansiedad de manera distinta. Para algunos, las técnicas de relajación serán suficientes. Para otros, la angustia persistente puede requerir acompañamiento profesional.
Si sientes que la ansiedad nocturna está afectando tu vida cotidiana, es fundamental buscar ayuda. Contar con la orientación de especialistas puede marcar la diferencia entre seguir atrapado en noches interminables o comenzar a disfrutar del descanso reparador que mereces.
Acudir a terapeutas y psicólogos online de SELIA puede ser un primer paso para aprender a manejar la ansiedad de manera integral y personalizada.
Además del acompañamiento individual, los programas de salud mental ofrecen herramientas prácticas y un espacio de apoyo colectivo. Participar en programas de salud mental de SELIA es una manera de adquirir hábitos sostenibles, compartir experiencias con otras personas y trabajar en el bienestar a largo plazo.
La ansiedad nocturna es más común de lo que se piensa, pero aún pesa el estigma de hablar sobre ello. Muchas personas prefieren callar por miedo a ser juzgadas, cuando en realidad se trata de un problema legítimo que merece atención.
Abrir conversaciones sobre este tema en familia, en espacios educativos y laborales puede normalizar la búsqueda de soluciones y evitar que los afectados se sientan solos.
Dormir en paz no debería ser un lujo. Con pequeñas acciones y, en algunos casos, con la ayuda adecuada, es posible recuperar la serenidad antes de dormir. Reconocer la ansiedad, en lugar de ignorarla, es el primer paso.
La historia de quienes han superado esta dificultad muestra que la constancia en los hábitos, el cuidado integral del cuerpo y la mente, y el acompañamiento profesional son claves para transformar la relación con el descanso.
¿Y tú? ¿Qué haces cuando la ansiedad no te deja dormir? Quizás este sea el momento de comenzar a implementar nuevas prácticas y a dar ese paso hacia un sueño reparador.
1. ¿Por qué la ansiedad se intensifica en la noche?
Porque durante el día estamos ocupados con múltiples tareas, pero al detenernos en la noche, la mente encuentra espacio para enfocarse en las preocupaciones no resueltas.
2. ¿Qué técnicas rápidas puedo usar cuando la ansiedad me impide dormir?
La respiración profunda, la relajación muscular progresiva o escuchar meditaciones guiadas son recursos efectivos.
3. ¿Cuándo debo buscar ayuda profesional?
Cuando la ansiedad nocturna se repite con frecuencia, afecta el rendimiento diario o se acompaña de síntomas como tristeza profunda o ataques de pánico.
Si tú o alguien que conoces está experimentando una emergencia o una crisis y necesita ayuda inmediata, llama a la línea 192 opción 4 (en Colombia) o dirígete a la sala de emergencia más cercana. Encuentra recursos adicionales para crisis.